domingo, 21 de junio de 2015

Ata a próxima!

El mundo

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto del cielo.
 A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allí, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. 
 - El mundo es eso -reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
 Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende.
El libro de los abrazos de Eduardo Galeano


Sede persoas de fogo sereno e acendede a todos os que se acheguen a vós.
 Nós non puidemos mirarvos sen deixar de parpadear.
Sonia e Asun

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